Dominando tus Tarjetas de Crédito: Una Guía para una Salud Financiera Sólida
Las tarjetas de crédito son herramientas financieras poderosas que, utilizadas correctamente, pueden mejorar tu salud financiera y brindarte flexibilidad.
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Sin embargo, un manejo descuidado puede llevarte a un ciclo de deuda difícil de romper. Aquí te explicamos cómo usarlas de manera inteligente.
Entiende cómo funcionan los intereses: El mayor error es no pagar el saldo completo cada mes. Si no lo haces, los intereses se acumulan sobre el saldo restante, y esa es la principal forma en que las compañías de tarjetas de crédito ganan dinero.
Siempre que sea posible, paga el total de tu factura antes de la fecha de vencimiento para evitar cargos por intereses. Si no puedes pagar todo, al menos paga más del mínimo requerido para reducir la cantidad de intereses que pagarás.
Conoce tu límite de crédito y no lo excedas: Cada tarjeta tiene un límite de crédito, que es la cantidad máxima que puedes gastar. Trata de mantener tu uso de crédito (conocido como “utilización de crédito”) por debajo del 30% de tu límite total. Por ejemplo, si tienes un límite de $10,000, intenta no deber más de $3,000. Una baja utilización de crédito es vista favorablemente por las agencias de crédito y puede mejorar tu puntaje.
Ten cuidado con los avances en efectivo: Aunque puede ser tentador obtener efectivo de tu tarjeta de crédito, los avances en efectivo suelen tener tasas de interés más altas que las compras regulares y comienzan a acumular intereses de inmediato, sin el período de gracia que a menudo se aplica a las compras. Evita usarlos a menos que sea una emergencia absoluta.
Revisa tus estados de cuenta regularmente: No solo busques la cantidad a pagar. Revisa cada transacción para asegurarte de que no haya cargos no autorizados o errores. Esto te ayuda a detectar fraudes a tiempo y a mantener un control de tus gastos.
Construye un buen historial crediticio: Las tarjetas de crédito son fundamentales para construir un buen puntaje crediticio. Pagar a tiempo y mantener bajos tus saldos demuestra a los prestamistas que eres un prestatario responsable, lo que te facilitará obtener préstamos para una casa o un coche en el futuro, y con mejores tasas de interés
