La Gabardina Clásica (Trench Coat): Un Icono Imprescindible
Su estatus de icono no es casualidad: combina funcionalidad, historia y una elegancia atemporal que pocas prendas pueden igualar.
CONSEJOS


La gabardina clásica, o trench coat, es la prenda de abrigo por excelencia que toda editora de moda considera una inversión esencial. Su estatus de icono no es casualidad: combina funcionalidad, historia y una elegancia atemporal que pocas prendas pueden igualar.
¿Por qué es una Pieza Clave en tu Armario?
Versatilidad Inigualable: La gabardina es increíblemente adaptable. Puedes llevarla sobre un traje para un look de oficina impecable, o combinarla con jeans y zapatillas para un estilo casual pero sofisticado. Se adapta a casi cualquier conjunto, elevándolo al instante.
Ideal para el Entretiempo: Es la solución perfecta para esas temporadas de clima impredecible, como la primavera y el otoño, donde necesitas una capa ligera que te proteja del viento y la lluvia sin ser demasiado abrigada.
Elegancia Atemporal: Su diseño clásico ha permanecido prácticamente inalterado desde su origen. No pasa de moda, lo que la convierte en una pieza en la que vale la pena invertir, ya que te acompañará durante muchos años.
Aporta Sofisticación: Hay algo inherente a la gabardina que confiere un aire de misterio y sofisticación. Inmediatamente te hace lucir más arreglada y pulcra.
¿Qué Buscar al Elegir tu Gabardina Perfecta?
Cuando una editora de moda recomienda una gabardina, pone el foco en estos detalles clave:
El Color Clásico: Aunque existen en varios tonos, el beige, camel o caqui son los colores más icónicos y versátiles. Son neutros y combinan con casi cualquier paleta de colores.
Material de Calidad: Opta por gabardinas hechas de un buen algodón gabardina o mezclas que ofrezcan resistencia al agua. El material debe tener buena caída y mantener su forma.
Corte y Detalles Auténticos: Los elementos que definen una trench coat clásica son cruciales:
Doble abotonadura: Las dos filas de botones frontales.
Cinturón con hebilla: Para ajustar la cintura y crear una silueta más definida.
Hombreras (charreteras): Detalles en los hombros que aportan estructura.
Solapas anchas: Que le dan carácter al diseño.
Solapa trasera (rain flap): Una capa extra de tela en la parte superior de la espalda para repeler el agua.
Anillas en las mangas: Para ajustar las muñecas.
Largo Adecuado: El largo más clásico y versátil suele ser a la rodilla o justo por debajo. Esto permite usarla con faldas, vestidos o pantalones sin que la prenda se vea desproporcionada.
Ajuste: Debe permitirte llevar capas debajo sin sentirse demasiado apretada, pero sin ser excesivamente holgada. El ajuste perfecto es clave para que luzca elegante.
Invertir en una gabardina clásica es invertir en una pieza fundamental que te proporcionará estilo y funcionalidad por décadas.






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